El origen de unas fotografías antiguas de Pozoblanco

Cuando realizamos actividades de senderismo, aunque nos centramos fundamentalmente en aspectos naturales, frecuentemente buscamos que en los recorridos se pueda apreciar también nuestro patrimonio histórico y cultural. En las ocasiones en que impartimos charlas sobre Los Pedroches, los elementos históricos y culturales también están presentes, más teniendo en cuenta que no se puede entender la actual configuración y paisaje de la comarca sin conocer su devenir histórico.

Sirva esto de mera excusa para escribir esta entrada que se aparta de los contenidos habituales.

Desde hace varios años en varias páginas web o blog de Pozoblanco, en carteles y otros tipos de publicaciones, aparecen unas fotografías antiguas de diversos lugares de Pozoblanco. En algunos casos (pocos) se hace referencia a la procedencia de tales fotografías, en otros se adjudican a un archivo propio. Una parte importante de ellas, sobre todo las que se pueden datar, aproximadamente, en la primera decena del siglo XX y son de formato cuadrado, tienen un mismo origen.

Por el año 2003, para preparar un libro, su autor solicitó material fotográfico a la familia de Pedro López Cabrera, sucesor de Pedro López Pozo, que había fundado, en Pozoblanco, una imprenta hacia fines del siglo XIX. En un archivo, convenientemente guardados, había una gran cantidad de positivos y negativos (tanto en 35 mm como de formato medio), que procedimos a revisar. Muchos fueron digitalizados: las fotografías que documentan la “evolución” de la calle Real, son un ejemplo. En un CD se entregaron numerosas fotografías y en la publicación se hace referencia al origen de ellas. A partir de entonces, empezaron a “circular” por doquier.

Desconocemos los autores de las fotografías del archivo, la familia de Pedro López era (y es) mera depositaria de un material que había ido acumulando y guardando. Entre ese material destaca uno por sus características y antigüedad; nos referimos a unas diapositivas con la emulsión sobre cristal y que, al ser dobles, creemos que fueron destinadas a ser observadas a través de un estereoscopio. De la casa Gevaert, parece que fueron realizadas en Pozoblanco por un fotógrafo alemán que recaló por estas tierras a principios del siglo XX; debió visitar Pozoblanco en varias ocasiones, ya que hay diapositivas de varias festividades: feria (septiembre), Virgen de Luna (febrero), carnaval. Observando algunos edificios de los que conocemos las fechas de su construcción o modificación podemos datarlas con anterioridad a 1912.

En el vídeo observamos algunos de los originales comentados

Guadamatilla

Senderismo por la Sierra de Santa Eufemia. Fotos de la ruta

Esta mañana hemos realizado la ruta de senderismo mensual bordeando la Sierra de Santa Eufemia. 

Hemos salido desde el pueblo de Santa Eufemia y nos hemos dirigido hacía el puerto de la Colmena. Con unos paisajes excepcionales y una gran riqueza y diversidad tanto en vegetación como en fauna. 

Esta mañana hemos disfrutado todos, tanto a quienes nos  gusta la fotografía como a quienes nos gusta la flora o la observación de aves.

El álbum de fotos de la ruta lo podéis encontrar aquí.

Descarga del libro "Itinerarios biológicos en Sierra Morena"

En el año 1989 publicamos, en colaboración con el Ayto. de Pozoblanco, el libro "Itinerarios biológicos en Sierra Morena".

Concebido para ser usado en la enseñanza, está dividido en cinco apartados: medio físico, itinerarios, bibliografía, apéndices y fichas. Aunque algo antiguo en algunos aspectos, creemos que todavía puede ser usado con la finalidad para la que fue escrito. Sus gráficos, esquemas e información han servido de base para posteriores trabajos y, aunque rápidamente se agotó, durante años fue muy solicitado por particulares y, sobre todo, por centros educativos.

El apartado “medio físico” (la denominación es algo confusa, ya que en él se incluyen aspectos biológicos) tiene plena validez, aunque habría que actualizar algunos términos en el apartado de suelos, en particular.

En “itinerarios” se describen tres recorridos que abarcan toda la comarcan y se estudian todos los ecosistemas presentes en ella; concebidos para ser realizados en coche o autobús, se plantean varias paradas en las que hay que hacer una serie de actividades (algunas de las paradas son difíciles de hacer actualmente por modificaciones en el trazado de las carreteras o por limitaciones en el tránsito de autobuses en ellas, por ejemplo)

El apartado “apéndices” recoge numerosos protocolos y propuestas para hacer actividades tanto en el campo como en el laboratorio; incluye una clave dicotómica para árboles y arbustos.

En “fichas” se presentan tablas y fichas para simplificar y facilitar la recogida de datos en el campo y laboratorio.

En la digitalización del libro se han suprimido las páginas en blanco y se han modificado algunas entradas y nombres de la clave y del apéndice correspondiente a nombres comunes y científicos; se ha hecho en aquellos casos en los que las especies nombradas han cambiado su nomenclatura (no obstante se han respetado algunos nombres que, aunque son algo antiguos, todavía se usan) o bien han cambiado su situación taxonómica. Estos casos aparecen remarcados en amarillo.

En la pestaña DESCARGAS se puede acceder al fichero (en formato pdf) para descargarlo.

Fundación Gypaetus y Adroches: Curso de “Intérprete del Patrimonio Natural y Cultural”.

Organizado por la Fundación Gypaetus y Adroches, los días 23 al 28 de este mes de abril, se impartirá, en el Aula el Pocito de El Viso y en el centro Guadalinfo de Pozoblanco, el curso “Intérprete del Patrimonio Natural y Cultural”. Guadamatilla colabora impartiendo la sesión “Recursos biológicos de la comarca de Los Pedroches como reclamo turístico”.

Guadamatilla

Cuaderno de campo: orquídeas

Hace unos cuantos días nuestro paisano Emilio Laguna, en su blog y vía Facebook (http://zorruno.blogspot.com.es/2012/03/nueva-ruta-senderista-de-la-asociacion.html), se hacía eco de la ruta de senderismo que, junto con varias asociaciones de Córdoba, íbamos a realizar por Belmez. Al mismo tiempo, hacía notar que era buena época para observar orquídeas. No pudo ser en aquella ocasión, ya que íbamos mucha gente y la marcha no se ajustaba a lo que estamos acostumbrados en Guadamatilla, es decir, parándonos frecuentemente para observar (plantas, animales, restos, huellas, etc.); el objetivo era otro en ese momento.

El pasado viernes, 6 de abril, junto con Chica salí a dar un paseo por un arroyo en cuyas cercanías es frecuente observar algunas especies de orquídeas. Tras rebuscar cerca de peñas y entre el monte encontré tres matitas de Orchis conica, dos en plena floración y otra todavía por abrir. No levantan más de 10 cm del suelo y las florecillas, formando una inflorescencia,  tienen  un tamaño inferior al centímetro, pero es innegable su belleza.

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Basuras

Circulando por carreteras o andando por caminos es excesivamente frecuente ver las cunetas llenas de basura: botellas, latas, papeles, plásticos, desperdicios orgánicos, etc. En muchos caminos, sobre todo después de ciertos acontecimientos en los que se congregan muchas personas, el problema puede llegar a ser preocupante; pero también es cierto que parece que nos hemos acostumbrado a ello. ¿Qué sería de un camino sin los rojos o verdes colores de una botella de plástico de dos litros, de los brillos cristalinos de una de ron o ginebra, del blanco níveo de un vaso de plástico?

El que se arrojen recipientes vacíos debe responder a una cuestión de economía del esfuerzo y a que no se cumple alguna ley física: ¿pesarán considerablemente más las botellas cuando están vacías que cuando están llenas y por eso es imposible transportarlas hacia un contenedor?

Al margen de estas “basuras habituales”, es relativamente frecuente encontrarse con frigoríficos, lavadoras, baterías de coche, muebles, neumáticos, etc. Antes de la existencia de los puntos limpios quizá se podía argumentar que no se podían dejar estas maravillas en ningún sitio; pero desde hace muchos años existen contenedores en numerosas localidades y, más recientemente, puntos limpios, y se siguen encontrando “muestras” flamantes de residuos tirados en cualquier sitio; en muchas ocasiones, en lugares curiosos, por ejemplo en caminos de tan difícil tránsito con coche y tan cerca de los pueblos, que no se entiende ni cómo han sido capaces de llevarlos hasta allí ni por qué no los han dejado en un contendor o punto limpio, que, a buen seguro, estaba más accesible. En otras ocasiones se encuentran residuos curiosos, por ejemplo, restos de una poda en el borde de un camino.

Si no tienen justificación estas acciones, menos la tienen las que llevan a cabo algunas empresas, en las que la normativa les exige reciclar o depositar los residuos producto de su actividad en contenedores o lugares concretos. Decenas de neumáticos dejados junto a un camino no son producto de un particular, evidentemente. Restos de piezas de losas de piedra en una parcela aledaña a una empresa que se dedica a su manufactura, tampoco.

Las campañas que en ocasiones se emprenden para limpiar cunetas, ayudan a disminuir el problema, pero no parecen ejercer una acción educativa (van los que no suelen arrojar basuras), y en cuanto a los residuos de las empresas, las autoridades son las que tienen la obligación de hacer cumplir la normativa.

En las fotografías (algunas enviadas por personas preocupadas por esta cuestión) aparecen ejemplos de lo expuesto. 

 Guadamatilla

Cuaderno de campo: en ocasiones veo muertos

Es frecuente encontrar en carreteras y en caminos, animales atropellados; al margen de los millares de invertebrados (sobre todo insectos) que mueren al chocar con los vehículos, y que pasan desapercibidos, los más conspicuos son los vertebrados, y entre ellos los mamíferos y aves, aunque sean los anfibios los que se pueden encontrar, en determinadas condiciones meteorológicas, atropellados en cantidades considerables. Un antiguo informe de la Sociedad para la Conservación de los Vertebrados estimaba (a la baja) en unos 10.000 los vertebrados que mueren atropellados diariamente en las carreteras españolas. Pero no solo “vemos muertos” a causa de atropellos, también nos los encontramos debido a causas naturales (hipotermia, predación, inanición, etc.) o por disparos, por ejemplo.

Sea cual sea el motivo, los cadáveres son una fuente de información. Siempre sirven para indicar sobre la presencia de una especie en la zona y, manteniendo las lógicas precauciones a la hora de interpretar los datos, también nos pueden informar de la abundancia relativa de una especie, o se pueden usar para obtener datos de tipo demográfico (estructura de sexos y edad, por ejemplo), datos ecológicos o de comportamiento (períodos de actividad, dispersiones, etc.) o sobre enfermedades o parasitosis e incluso sobre la validez de actuaciones de protección de la fauna. También, en muchas ocasiones, nos permiten conocer animales que es muy difícil observar vivos.

La presentación es una pequeña muestra de la variedad de animales encontrados muertos por causas diversas.

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